Aurora, la Lola, mi abuela, es la musa de estas páginas libres, amorosas, simples. Su magia es el encuentro, la posibilidad, la esperanza. Su gracia: sus olores, su chimenea, su ser que me (nos) acompaña acá al ladito, detracito. Dicen que siempre la tengo al lado, en un costado. Sólo a medio metro.